En Perú, el cultivo del maracuyá es posible debido a las condiciones climáticas y agronómicas excepcionales, lo que lo convierte en una fruta tropical de gran demanda en el mercado internacional y con un importante potencial de crecimiento.
De acuerdo con el director general de la Dirección de Desarrollo Tecnológico Agrario (DDTA) del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), David Casanova Núñez-Melgar, el país se ha convertido en uno de los principales productores y exportadores de esta fruta exótica.
«Este alimento se desarrolla óptimamente en zonas con temperaturas promedio entre 24°C y 28°C; la precipitación ideal oscila entre 900 y 2000 mm anuales, bien distribuida a lo largo del año; y que una humedad relativa adecuada, alrededor del 60%, favorece la polinización y el cuajado de los frutos. Aunque se puede cultivar desde el nivel del mar hasta los 1000 m.s.n.m., los mejores resultados se obtienen entre los 300 y 900 m.s.n.m.”, detalló el vocero a Portal Frutícola.
Las condiciones climáticas y agronómicas de Perú -continuó Casanova- son un entorno propicio para el cultivo de maracuyá de alta calidad. La combinación de factores naturales, la experiencia de los productores y la implementación de prácticas sostenibles, irán posicionando al país como un referente en la producción de esta fruta exótica.
«Para conseguir una fruta de calidad, se necesitan factores naturales, métodos agrícolas y procesos de postcosecha. Estos elementos, junto con las características geográficas y climáticas, nos distinguen de otros productores en el mundo. Perú ofrece un maracuyá de alta calidad gracias a una combinación de factores naturales, técnicas agrícolas y un fuerte compromiso con la sostenibilidad», finalizó.
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